viernes, 17 de septiembre de 2004

La mano que mece la... (Capítulo V)

No voy a molestarme en salir de la ducha... no me va a dar tiempo a cogerlo...
Mientras continúo duchándome estoy escuchando el sonido del teléfono... hasta que por fin se calla.

Cuando salgo de la ducha, me apresuro a mirar el número que queda grabado en las llamadas perdidas: 934567890. ¿Es el mismo?. Lo compruebo en la lista de llamadas perdidas y efectivamente es el mismo. El mismo también al que yo misma había llamado y había salido aquella mujer.

Me decido a llamar de nuevo con la esperanza de escuchar una nueva voz, pero esta vez no responde nadie.

¡Necesito salir! Un poco de aire me va a venir genial.

(A las dos horas, tras unas copas y unos bailes, y unos cuantos moscardones espantados)
-Esta discoteca me encanta- Pienso-Voy a darme una vuelta-
En ese momento noto unos enormes ojos verdes mirándome. Unos ojos preciosos escondidos detrás de una melena morena, despeinada. Esa mirada me enamora al momento pero no salgo de mi asombro cuando al ir acercándome se va viendo la figura perfecta de una mujer preciosa. Me asombra, no que sea preciosa, sino que yo lo piense así. ¡Yo, una heterosexual aceptada de toda la vida, y sintiéndome atraida y atrapada por esa mirada y ese cuerpo! Necesito conocer a esta persona.

Antes de que pueda reaccionar, se acerca la mujer misteriosa y me entrega un papel con un número de teléfono... cuando lo miro, caigo desmayada al ver 934567890


... Continuará...
Capítulo VI
Capítulo IV

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