viernes, 8 de septiembre de 2006

Quiero ser Marco Polo

De todos es sabido mi predilección por el mundo asiático - y las orientales principalmente -, pero supongo que lo que muchos no sabéis es que este gusto se debe a que no tengo ni un pelo de tonto.
Más de un muerto se habrá levantado gracias a la labor reconfortante de estas chicas o, como poco, entreabrir los ojitos antes de finiquitar su estancia en la tierra.
Ahora, eso sí, me cago en el comunismo o cualquier otra convicción política que se interponga a las tradiciones orales y/o milenarias de un pueblo. Con la que lió la comunidad mundial cuando los talibanes derribaron las estatuas de buda ¡¡¡vamos, hombre, que buda iba EN TETAS (como rocas, además) !!!
Y por estas pobres chicas nadie mueve un dedo a su favor... porca miseria.

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