miércoles, 11 de enero de 2006

El Gran Hermano te ama, el Gran Hermano NO FUMA

«España, año 2011, un lustro de gobierno con talante consigue su único logro: el tabaco ha sido retirado de la vida social casi por completo. Pasaron de moda los videojuegos de cacos malos y macarras. Las compañías americanas comercializaban juegos para videoconsolas donde la tarea del protagonista era recopilar ingentes cantidades de tabaco ilegal y celebrarlo fumándoselas con sus amigotes en el menor tiempo posible y con el mayor número de pitillos aspirados en paralelo.

Los fumadores, esos yonkis de las nicosalas, desvencijados locales de los suburbios. Los últimos resquicios de ese ancestral hábito. Donde el humo de la estancia la asemejaba a una gran tina de chocolate caliente. Donde la multitud de moscas propia de tales cuchitriles yacía en el suelo abrumada por la fumatta. Donde los últimos, valerosos y osados fumadores empedernidos ejercían un placer largo tiempo prohibido. Esos hippies, esos desarrapados, esos hijos sin padre frecuentan ese tipo de locales para intercambiar objetos, no ya de subcultura barata, sino de cultura de contrabando - declarada de interés nacional, privado y exclusivo desde el 2007 -. Objetos que han sido adquiridos de manera inapropiada, no como mandan los cánones: encomendándose al Papa Negro y abonando el 87% de la renta anual per-cápita.

No se venden cigarrillos ni en gasolineras, ni en quioscos, ni en establecimientos 24x7, ni en estancos.

El día de reyes del mismo año, una familia acude a un restaurante con sus tres niños - donde, evidentemente, hace tiempo que está prohibido fumar -. El encargado acude a recibirlos. Una camarera que espera a conocer la asignación de la mesa para colocar los servicios espera paciente en segundo plano, un poco más allá del atril donde anotan las reservas.

Encargado > Buenas noches, ¿desean una mesa? ¿para dos?.

Madre > Querríamos una mesa para cinco en la zona de fumadores, por favor.

Encargado > Señora, hace diez años que no hay zona de fumadores. - tose levemente buscando inquisitivo de dónde proviene ese molesto humo con un tufillo característico que no logra asociar.

Madre > ¡Qué más da lo de fumar! A quién le importa lo que uno haga con su cuerpo. Denos una mesa, ¡pero ya!

Camarera > Señora, es que hay muchos niños, es día de reyes - le explica tolerante -. Además, está prohibido fumar. - tose extrañándose -

Madre > ¡Pero si los niños están acostumbrados!

En ese momento todo el restaurante está pendiente del denigrante espectáculo y dos parejas de padres le espetan a la señora al unísono: "¡Pues serán los suyos!"

El encargado logra, por fin, detectar el origen esos incómodos jirones de humo: Tres niños como tres soles, de unos ocho años, trastean los objetos del pequeño recibidor en sus jugueteos. Tres niños con tres cigarrillos en la boca cada uno, fumando más que tres murciélagos solteros sólos en una cueva, con los dedos más amarillos que la espalda de Kung-fu y unos ojos enrojecidos por la irritación producto de tan deplorable hábito enfermizo.

Los padres de las criaturas (indignados) > ¡¡Serán los suyos!! Porque los míos me gastan cada uno 120€ a la semana por cabeza nada más que en tabaco. ¡Pero mírelos! ¡Que encienden uno con la pavilla del anterior! Una generación perdida, lo que yo le diga, oiga. Adónde vamos a ir a parar... nosotros conseguimos dejarlo, ¡pero ellos no! ¡maldita maquinita china! - la madre comienza a llorar desconsolada. La camarera corre a la trastienda a por el botecito de sales y un poco de agua de azahar -

Encargado > Oiga, yo que quiere que le haga si está prohibido fumar...


Padres > Mire que si no fuman se me pone muy nerviosa la caterva de niños y le pueden incendiar el local... con tal que haya humo, lo que sea, hasta monos liados en papel de periódico, oiga. Lo que yo le diga, una pena, un caso perdido... ¿no podría poner una mesita para los niños dentro de una de esas ollas tan grandes que tienen, tapada herméticamente y cenamos todos en paz?»


¡¡¡Arriba los niños fumadores!!!
Es casi mejor que los niños que beben vino fino... ¡¡¡Los niños Tio Pepe!!!

Psst, psst, niño, ¡eh, niño! ¿quieres un cigarrillo?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Los niños fumadores, ke gran tema.
Imaginense los niños salvajes desos ke hay ahora, ke con 13 años te sueltan por la calle mas burradas ke un curtido albañil de 40...
Como van a llevar ahora su adiccion?
O la noticia del 2006 es ke han aumentado exponencialmente los pekeños hurtos cuyo botin es una cajetilla de tabaco, o aparece un nuevo tipo de contrabando a las puertas del colegio..
Si cuando les vendian el tabaco suelto en los kioskos, a veces te aparecia un grupito pidiendote tabaco:
No nene, no sere yo la ke te dé de fumar.
Ahora ke no se los venden...Por donde saldrán...

Eufórica dijo...

¿Y a qué edad empezásteis vosotros a fumar?

Le Diable Rouge dijo...

Aaaajajaa, 13 :) (Priiiiimen!!!)
Cuidado, yo hablaba de niños de OCHO años, con niños de trece no hubiera tenido gracia :D

Eufórica dijo...

aaaajajjaja yaaaaaaaa yaaaa!! :D

Anónimo dijo...

Yo empecé a fumar con 17...

Le Diable Rouge dijo...

Gano por cuatro!! :D
Priiiii... Cof, cof! ...meeeeeen!!
:P

Eufórica dijo...

enhorabuena, estais hechos toda una escoria para esta sociedad antitabaco que se está creando!! jajaja. Os envidio por vuestro poder! :) Yo empecé con 15, pero como lo he dejado... sniff sniff, pero lo he dejado por mi garganta, y antes de que saliera la ley :) que conste en acta!!!