sábado, 28 de enero de 2006

Monólogo bolsas de plástico

Yo quería hablaros de una de las cosas que más le gusta atesorar a los seres humanos y que, sin embargo, no da la felicidad: las bolsas de plástico.
Yo creo que ya, eh, ya, podríamos dejar de fabricar bolsas de plástico.
Hay bolsas de plástico suficientes atesoradas en las casas como para ir tirando hasta que se extinga la humanidad.
El problema es que son gratis: Un día bajas al súper y subes: atún,leche, Maizena y dieciséis bolsas de plástico. Y claro, esas bolsas ya se quedan a vivir en tu casa. No las tiras. Las guardas por la misma razón que el teléfono de una ex novia, se supone que ya han cumplido su labor pero aún te pueden hacer un apaño.
Y claro la población de bolsas ha ido creciendo tanto que han tenido que organizarse en clases sociales.
Por ejemplo, la aristocracia de todas las bolsas son la bolsa del Corte Inglés... fina, elegante, plástico del bueno... Es como magia, todo lo que metas en esa bolsa se dignifica. Puedes entrar con un gato muerto en el hotel Palace que si va en una bolsa del Corte Inglés nadie te dice nada. Luego está la clase media, las bolsas de supermercado. Las pobres a lo máximo que pueden aspirar es a suplente de bolsa de basura. Pero como son más pequeñas se llenan antes y nunca queremos reconocer que la bolsa de basura ya está llena. Vas echando basura hasta que de repente en lugar de echarla, la posas en equilibrio. Y se va formando una pirámide y de repente, cuando ya no cabe más, tienes que meter una botella de Coca-cola de dos litros. No pasa nada, haces la técnica del banderillero: Sí, Con decisión, abres,clavas la botella, cierras la puerta y sales corriendo Y según te alejas se oye "clonc". Aaah... pero tú ya no estás ahí. Porque existe una norma, no está escrita pero todo el mundo la conoce: "al que se le derrumba la pirámide cambia la bolsa. ¿Se han fijado como se cambia la bolsa? Las chicas a la velocidad del rayo ¡zas! una lazada perfecta, dos orejas que ni el conejito Playboy. En cambio los chicos somos todo un espectáculo. Necesitamos meternos dentro de la bolsa. Sí, porque a los hombres no nos basta con hacer solo un nudo. Hacemos uno, y si queda sitio otro, y otro. Que al final parece un chorizo de nudos. Es curioso, las chicas un conejito y los chicos un chorizo. No se me ocurre nada para hacer el chiste...
Después de las del corte inglés y las del súper están las bolsas de clase humilde. Las verdes estas que no tienen marca. Que sirven para meter fruta, calcetines y abuelas. ¿No se han fijado que siempre que empieza a llover las abuelas sacan un bolsa verde y se la ponen en la cabeza?
Otras bolsas de clase humilde son las que nos dan en los aviones para vomitar. Que tiene narices, ¿eh? Que para una bolsa que nos da asco tocar nos la den sin asas. Es como si los guantes para tacto rectal, los hicieran sin dedos.
Pero sólo viviremos felices cuando exista un día en el que miraremos a una bolsa de plástico a los ojos. En el día en el que no cuente su clase ni su condición social. Pero sobre todo, seremos felices cuando en el DIA no haya que pagar tres centimos por una bolsa.

viernes, 27 de enero de 2006

Piensa, piensa

Este es un test que al parecer, en Japón, los aspirantes para un puesto de trabajo tienen que resolver. Las instrucciones están abajo. Despues de leer, haz clic en el vínculo y luego en el circulo azul grande para empezar. No hace falta saber Japonés.
Aquí tienes las reglas:
Todo el mundo tiene que cruzar el río.
Sólo 2 personas pueden cruzar a la vez.
El padre no puede permanecer/ estar con ninguna de sus hijas sin que esté presente la madre.
La madre no puede permanecer/ estar con ninguno de sus hijos sin que esté el padre.
El ladrón (uniforme cárcel) no puede permanecer/ estar con ningún miembro de la familia sin la presencia del policía.
Sólo saben manejar la balsa 3 personas: la madre, el padre y el poli - sin uno de ellos abordo, la balsa no se mueve-.
Para mover las personas, clickea sobre ellos. Para que la balsa cruce el río, clickea sobre la pala del otro lado.

A ver qué tal se te dá...

martes, 24 de enero de 2006

Con los párpados pegados y ojeras de pana borgoña

Aún así, hay veces que las noticias llegan tarde y hay veces en las que merece la pena trasnochar y verte de esa guisa para recibirlas.
Confirmado:
Echo and The Bunnymen en Málaga. ¿Qué, que no os lo creéis? Yo tampoco, hasta que no tenga la entrada en la mano!!!
¿Quién se apunta? Ya sabéis dónde vivo... y mi teléfono, mi e-mail, mi talla de calzoncillos, mi perversión sexual favorita...

miércoles, 11 de enero de 2006

El Gran Hermano te ama, el Gran Hermano NO FUMA

«España, año 2011, un lustro de gobierno con talante consigue su único logro: el tabaco ha sido retirado de la vida social casi por completo. Pasaron de moda los videojuegos de cacos malos y macarras. Las compañías americanas comercializaban juegos para videoconsolas donde la tarea del protagonista era recopilar ingentes cantidades de tabaco ilegal y celebrarlo fumándoselas con sus amigotes en el menor tiempo posible y con el mayor número de pitillos aspirados en paralelo.

Los fumadores, esos yonkis de las nicosalas, desvencijados locales de los suburbios. Los últimos resquicios de ese ancestral hábito. Donde el humo de la estancia la asemejaba a una gran tina de chocolate caliente. Donde la multitud de moscas propia de tales cuchitriles yacía en el suelo abrumada por la fumatta. Donde los últimos, valerosos y osados fumadores empedernidos ejercían un placer largo tiempo prohibido. Esos hippies, esos desarrapados, esos hijos sin padre frecuentan ese tipo de locales para intercambiar objetos, no ya de subcultura barata, sino de cultura de contrabando - declarada de interés nacional, privado y exclusivo desde el 2007 -. Objetos que han sido adquiridos de manera inapropiada, no como mandan los cánones: encomendándose al Papa Negro y abonando el 87% de la renta anual per-cápita.

No se venden cigarrillos ni en gasolineras, ni en quioscos, ni en establecimientos 24x7, ni en estancos.

El día de reyes del mismo año, una familia acude a un restaurante con sus tres niños - donde, evidentemente, hace tiempo que está prohibido fumar -. El encargado acude a recibirlos. Una camarera que espera a conocer la asignación de la mesa para colocar los servicios espera paciente en segundo plano, un poco más allá del atril donde anotan las reservas.

Encargado > Buenas noches, ¿desean una mesa? ¿para dos?.

Madre > Querríamos una mesa para cinco en la zona de fumadores, por favor.

Encargado > Señora, hace diez años que no hay zona de fumadores. - tose levemente buscando inquisitivo de dónde proviene ese molesto humo con un tufillo característico que no logra asociar.

Madre > ¡Qué más da lo de fumar! A quién le importa lo que uno haga con su cuerpo. Denos una mesa, ¡pero ya!

Camarera > Señora, es que hay muchos niños, es día de reyes - le explica tolerante -. Además, está prohibido fumar. - tose extrañándose -

Madre > ¡Pero si los niños están acostumbrados!

En ese momento todo el restaurante está pendiente del denigrante espectáculo y dos parejas de padres le espetan a la señora al unísono: "¡Pues serán los suyos!"

El encargado logra, por fin, detectar el origen esos incómodos jirones de humo: Tres niños como tres soles, de unos ocho años, trastean los objetos del pequeño recibidor en sus jugueteos. Tres niños con tres cigarrillos en la boca cada uno, fumando más que tres murciélagos solteros sólos en una cueva, con los dedos más amarillos que la espalda de Kung-fu y unos ojos enrojecidos por la irritación producto de tan deplorable hábito enfermizo.

Los padres de las criaturas (indignados) > ¡¡Serán los suyos!! Porque los míos me gastan cada uno 120€ a la semana por cabeza nada más que en tabaco. ¡Pero mírelos! ¡Que encienden uno con la pavilla del anterior! Una generación perdida, lo que yo le diga, oiga. Adónde vamos a ir a parar... nosotros conseguimos dejarlo, ¡pero ellos no! ¡maldita maquinita china! - la madre comienza a llorar desconsolada. La camarera corre a la trastienda a por el botecito de sales y un poco de agua de azahar -

Encargado > Oiga, yo que quiere que le haga si está prohibido fumar...


Padres > Mire que si no fuman se me pone muy nerviosa la caterva de niños y le pueden incendiar el local... con tal que haya humo, lo que sea, hasta monos liados en papel de periódico, oiga. Lo que yo le diga, una pena, un caso perdido... ¿no podría poner una mesita para los niños dentro de una de esas ollas tan grandes que tienen, tapada herméticamente y cenamos todos en paz?»


¡¡¡Arriba los niños fumadores!!!
Es casi mejor que los niños que beben vino fino... ¡¡¡Los niños Tio Pepe!!!

Psst, psst, niño, ¡eh, niño! ¿quieres un cigarrillo?