miércoles, 7 de octubre de 2009

El bibliomaníaco mamón III

Roy (1) y yo fuimos amigos por el resto de su vida.
Amaba a Roy de verdad. Era un hombre amable y considerado, de naturaleza dulce y buen humor;
también un tío divertido. Por eso las tragedias de su vida parecían tan injustas.
(...)
Claudette Orbison fue su primera esposa, fallecida cuando ambos rodaban con sus motocicletas en 1966.
Roy D. y Tony Orbison, los más pequeños de sus tres hijos, murieron cuando en 1968 se incendió su casa
- que estaba al lado de la mía - mientras Roy estaba de gira en Europa.
June (2) y yo cancelamos las actuaciones programadas y alquilamos un avión para regresar a casa sin
demora, pero no había nada que pudiéramos hacer por Roy. Nos dijeron que no quería hablar con nadie,
así que nos quedamos en casa hasta el funeral, mirando de vez en cuando a través de la ventana aquella
chimenea ennegrecida.
(...)
Yo seguía sin encontrar palabras que siquiera se acercaran a lo adecuado, así que dije lo que pude:
que le amaba y que no sabía cómo reaccionaría yo si perdiera a mi joven hijo de esa manera.
«Yo tampoco sé cómo sobrellevarlo», me dijo, y eso fue todo.
(...)
Un día me acerqué y vi con satisfacción que casi volvía a ser el mismo de antes. Hablamos de la nueva casa,
y entonces me dijo que le gustaría que June y yo nos quedáramos el antiguo
terreno. Lo arreglamos y se lo compré.
Le dije también que plantaría un viñedo y un huerto y que cada año las primeras frutas serían para él.
(...)
Wesley (3) sigue perteneciendo a nuestro círculo. Hace unos años empecé a encontrarle apoyado en la valla
que da al terreno donde murieron sus hermanos, donde una vez estuvo la casa de su niñez. Un día me paré
y le pregunté qué estaba mirando.
«Oh, me agrada venir aquí de vez en cuando y mirar el terreno - dijo -. Me reconforta»
(...)
Bueno, le dije, ahí tenía algunos magníficos árboles frutales y viñas y, cuando la fruta estuviese madura,
podría entrar y coger la que quisiera.
Fue idea de June darle algo más que la fruta. Yo estuve de acuerdo y, sin hablarlo más, pusimos el terreno
a su nombre libre de cargos.
(...)
Me siento como si el viejo Roy me sonriera diciendo:
«Gracias, John».

Cash: La autobiografía (Johnny Cash y Patrick Carr, 2007 RBA Libros, S.A.)


1- Roy Orbison.
2- June Carter Cash, esposa de John.
3- Wesley Orbison, el hijo superviviente
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